Cómo Cuidar tu Vajilla de Cerámica Artesanal para que tus Nietos la Hereden
La buena noticia es que es más fácil de lo que parece. Con unos pocos hábitos sencillos, te asegurarás de que tu vajilla luzca como el primer día durante décadas. Olvídate de los desconchones, las manchas y las grietas. ¡Vamos allá!
El Lavado: ¿A Mano o en Lavavajillas?
La eterna pregunta. La respuesta corta es: ambas son posibles, pero una es mejor que la otra.
La Opción Ideal: Lavado a Mano
Lavar tu vajilla a mano es, sin duda, la mejor manera de conservarla. Te permite controlar la presión, la temperatura del agua y evitar golpes. Aquí tienes el método infalible:
- Usa esponjas o paños suaves: Olvídate de los estropajos metálicos o de fibras verdes. Pueden rayar el esmalte, haciéndolo poroso y propenso a las manchas.
- Jabón neutro: Utiliza un detergente de vajilla normal, sin aditivos abrasivos.
- Agua tibia: Evita el agua extremadamente caliente, especialmente si la pieza está fría. Como explicamos en nuestra guía definitiva de cerámica, los cambios bruscos de temperatura son su peor enemigo.
- Secado al aire o con paño suave: Puedes dejarla secar en un escurridor o usar un paño de algodón limpio.
La Opción Práctica: El Lavavajillas
En Cerámica Rambleña, esmaltamos nuestras piezas a más de 1000ºC, lo que las hace muy resistentes y aptas para el lavavajillas. Sin embargo, hay que tomar precauciones:
- Coloca las piezas con espacio: Asegúrate de que no se toquen entre sí para evitar que vibren y se golpeen durante el ciclo de lavado.
- Utiliza un ciclo suave: Elige programas de baja temperatura (máximo 50-60ºC).
- Detergente de calidad: Usa un buen detergente en pastilla o gel, que son menos abrasivos que los de polvo.
Consejo de artesano: Si una pieza tiene detalles pintados a mano con oro o platino, lávala siempre a mano. El lavavajillas podría deteriorar estos acabados metálicos.
El Almacenamiento: El Secreto Anti-Desconchones
El 90% de los desconchones no ocurren al usar la vajilla, sino al guardarla. Apilar los platos sin protección es la principal causa de esos pequeños mordiscos en los bordes.
La Regla de Oro: Amortiguar Siempre
Al apilar los platos, coloca siempre un protector entre ellos. No hace falta que compres nada especial: un trozo de papel de cocina, una servilleta de tela o un protector de fieltro fino funcionan perfectamente. Esto evita el roce directo del esmalte con la base (que es más rugosa) del plato superior.
No Abarrotes los Armarios
Evita apilar demasiadas piezas. Cuanto más alta es la pila, más presión soportan los platos inferiores. Es preferible hacer dos pilas más bajas que una muy alta. Al guardar las tazas, no las cuelgues de las asas si estas son muy finas o decorativas; mejor apoyadas sobre su base.
Cuidados Especiales para Piezas con Detalles Únicos
Si tu vajilla tiene detalles especiales, como acabados metálicos (lustre de oro, platino) o zonas sin esmaltar (textura de barro visto), estas piezas siempre deben lavarse a mano. Los acabados metálicos, en particular, nunca deben introducirse en el microondas.
Cuidar tu cerámica no es una tarea, es un ritual que honra el trabajo del artesano y la belleza del objeto. Con estos sencillos consejos, tu vajilla no solo será el centro de atención en cada comida, sino que se convertirá en un legado familiar lleno de recuerdos. ¿Listo para empezar tu colección? Echa un vistazo a nuestras vajillas completas.