5 Claves para Diferenciar un Plato Hecho a Mano de uno Industrial (Que no te engañen)

Estás en una tienda o un mercado y ves una vajilla preciosa. La etiqueta dice «estilo artesanal» o «hecho a mano», pero el precio es sospechosamente bajo y la pila de platos es perfectamente idéntica. ¿Cómo saber si estás ante una auténtica pieza de artesanía o una imitación industrial? Como marca de artesanía, queremos compartir contigo los secretos del oficio. Al terminar de leer, serás capaz de «leer» un plato y descubrir la historia que cuenta. Platos de cerámica artesanal con diseño de espirales azules y rojas, sobre una mesa de madera.

 

Clave 1: La Base No Miente: Busca la Huella del Artesano

Dale la vuelta al plato. La base es el DNI de la cerámica. En un plato industrial, la base será completamente lisa y uniforme, ya que sale de un molde. En un plato hecho a mano en torno, encontrarás pistas reveladoras:
  • La marca del puntel: Una de las técnicas de colocación en el horno es utilizando punteles. Estos provocan una pequeña zona sin esmaltar o con tres pequeñas marcas. Es donde la pieza se apoyó durante la cocción.
  • Una base pulida, no perfecta: La base de una pieza artesanal se pule para que no raye las mesas, pero casi siempre conservará una textura ligeramente rugosa y natural, la del barro desnudo.
  • La firma de la marca: A veces, la marca estampa su sello. Es la máxima garantía de autenticidad que intentamos reproducir sin perjudicar el proceso de fabricación, siempre que es posible.

 

Clave 2: Siente el Equilibrio, No Solo el Peso

Coge el plato con las dos manos. Un plato industrial tendrá un peso estándar y uniforme. Un plato artesanal tiene «equilibrio». El alfarero distribuye el barro buscando un balance que se siente natural y sólido, pero no pesado. Puede que notes un ligerísimo grosor mayor en el centro o en los bordes. Esa sutil variación es la firma de unas manos expertas.  

 

Clave 3: La Belleza de la «Perfecta Imperfección»

Este es el rasgo más poético y distintivo. Si compras un juego de platos hechos a mano, nunca serán 100% idénticos. Compáralos:
  • Uno puede ser 2 milímetros más ancho.
  • El borde de otro puede tener una ondulación casi imperceptible.
  • El tono del esmalte puede variar sutilmente en función de cómo le dio el fuego en el horno.
¡Esto no es un defecto!, es la prueba irrefutable de que no son clones de una máquina. Son hermanos, no gemelos. Esta variación le da a tu mesa un carácter vivo y dinámico.

 

Clave 4: El Alma del Esmalte: Profundidad y Textura

El esmaltado industrial es una capa de color perfectamente plana y homogénea. Es como una pared pintada con pistola. El esmaltado artesanal, aplicado a mano, tiene vida:
  • Profundidad de color: Notarás variaciones tonales, zonas donde el color es más intenso y otras donde es más traslúcido, revelando el color del barro debajo.
  • Texturas sutiles: Puedes encontrar pequeñas acumulaciones de esmalte, casi como una gota solidificada, o «caminos» que el color ha seguido al fundirse.
Es la diferencia entre una foto impresa y un cuadro pintado al óleo. Ambos pueden ser bonitos, pero solo uno tiene el alma de nuestros artesanos.

 

Clave 5: Las Marcas del Torno: Las Arrugas de su Creación

Observa el plato a contraluz, inclinándolo ligeramente. En muchas piezas hechas en torno, podrás distinguir unas finísimas líneas concéntricas, casi como las vetas de la madera o las ondas en el agua. Son las huellas que los dedos del alfarero dejaron al levantar y dar forma al barro. Es una cicatriz de nacimiento, un recuerdo imborrable de su origen artesanal. Ahora tienes el conocimiento de un experto. Como detallamos en nuestra guía completa para identificar cerámica de calidad, elegir una pieza artesanal es llevarse a casa una historia. La próxima vez, confía en tus manos y en tu vista, y elige la pieza que te hable de verdad.
Artículo escrito por: Cerámica Rambleña.